miércoles, 2 de enero de 2008

DIA 4:DE FIESTA POR BERLÍN


Noche berlinesa.
El viernes salimos de noche, fuimos a cenar a un restaurante alemán situado en Mitte justo fuera de la estación de U-bahn. Nos salió la cena por 7 € cada uno, yo tomé una típica salchica alemana con chucrut (bratwurst) simplemente deliciosa acompañada, por supuesto, con una cerveza gigante, y mi novio tomó un plato compuesto de albondigas gigantes bañadas en una especie de salsa dulce de alcaparra (plato 29, la carta estaba en castellano así que si vais pedid una), la comida estuvo estupenda y como anecdota puedo contar que me quedé encerrada en el baño xD, ¿sabéis que angustia? Me vino una alemana hablandome en alemán que parecía enfadada, al final logré salir y hacerme entender en inglés jaja fue muy gracioso.

Después de cenar fuimos a tomar una cervezas, probad la de limón, está muy rica, jugamos al futbolín,a mi novio le dieron unas palizas los alemanes jugando al futbolín, etc.
También había una extraña advertencia sobre robos en el local, bastante fácil de entender jajaja:



Finalmente fuimos a un “club” y nos quedamos IMPRESIONADOS, era lo más raro que habíamos visto. En primer lugar, la entrada era un callejón que desde la calle parecía un parking oscuro o algo así, nadie quería entrar (pronto cambiaríamos de idea). Tras adentrarnos en la oscuridad del lugar y caminar unos metros, vimos la entrada en sí, unas escaleras a un mundo subterráneo, el mundo de la electrónica. Tras bajar las escaleras vimos un espacio bastante pequeño, lleno de sofás y una barra, nada más lejos de la realidad ya que la mesa del DJ y la zona más amplia, para bailar y tal, estaba en la habitación contigua. El ambiente era tranquilo al principio, la música dark house un poco parada y había poca gente. A medida que pasaba el tiempo se iba llenando poco a poco de gente, a subir el volumen de la música y a aumentar el ritmo. Un par de locos empezaron a bailar de una forma extraña, sería algo así como si el neng se metiese un tripi de más, a nosotros nos pareció raro, pero a los berlineses les parecía de lo mas normal. Después de un rato nos animamos a bailar nosotros, intentando imitar un poco a los locos de antes, nada en comparación. El baile de antes no era nada comparado con el de dos chavalas que llegaron más tarde... eso ni neng ni ná, no se pede describir, un desorden indescriptible, saltaban, hacían como un mono, hacían como si se pegasen y saliesen disparadas, posturas extrañas en las columnas... Bueno, no había malos rollos, la gente no iba a ligar sino a bailar y escuchar la música, que es bien distinta a las discotecas de España (por lo menos a las de Vigo que conocemos) y el ambiente es bien distinto. Otra cosa, a la discoteca se va sobre las 11 y ya está llena a eso de la 1, a las 2 nos fuimos de allí, no sabemos a qué hora cierran, pero la fiesta empieza temprano, por cierto, no nos cobraron entrada,pero fuimos otra noche y si que cobraron creo que eran 4 euros o asi.

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